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Evolución del fraude financiero

Artículo extraído de la página oficial de CONDUSEF.

(Julio 2017)

A nivel mundial, el Fraude Financiero ha evolucionado con el transcurrir de los años, adoptando nuevas tácticas, cada vez más sofisticadas con el uso de la tecnología; las víctimas son usualmente aquellas personas que no toman medidas de seguridad con sus datos personales y financieros.

Por ejemplo, en los años ochenta, el fraude con tarjetas era un delito cometido por criminales que robaban físicamente los plásticos. Para 2015, el sistema delictivo se diversificó y dio paso a las redes globales de hackers, quienes ya no requieren quitarte tu cartera, ya que su mercado son todas aquellas personas que realizan transacciones, ya sea en una terminal punto de venta, cajeros automáticos o compras por internet.

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Desafortunadamente, la mayoría de los fraudes son ocasionados por descuidos de los propios usuarios, de ahí la importancia de estar informados sobre las medidas para la protección de tus datos personales y financieros, ello con independencia de las acciones que las propias Instituciones Financieras están obligadas a realizar en materia de seguridad, conforme a las disposiciones normativas y el avance tecnológico.


¿Cómo ha aumentado el fraude en México?


En nuestro país el fraude ha evolucionado de manera importante, pero, ¿cómo identificar un posible fraude?, se puede llegar a determinar un delito cuando se involucran diversos factores:

   1. Robo o extravío del plástico. En muchos comercios no se valida la firma autógrafa con alguna identificación, por lo que es fácil hacer compras a tu nombre.

   2. Clonación de la banda magnética. Los criminales extraen los datos que contiene la tarjeta para hacer compras por internet. En muchas ocasiones solo requieren de 3 datos para hacer una operación por internet (16 dígitos de la tarjeta, fecha de vencimiento y código de seguridad CVV2).

   3. Transferencias electrónicas o retiros no reconocidos entre cuentas bancarias.

   4. Robo de identidad y falsificación de datos personales, es decir, contratar productos y servicios financieros a tu nombre, sacar un crédito con una institución con la cual no tienes relación, entre otro tipo de casos.

    5. Fraudes en cajeros, ya sea clonando los datos del plástico, hasta las malas prácticas de personas que se hacen pasar por asesores y que su objetivo es robar tus datos financieros.

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No te dejes enganchar

Artículo extraído de la página oficial de CONDUSEF.

(Noviembre 2017)

Al hablar de Phishing, ¿qué te viene a la mente?

Normalmente estamos familiarizados con términos en inglés pero quizá por su origen y forma de escribir no entendemos algunos ni los tomamos en cuenta.

Alguna vez al pagar un servicio, ¿la cajera te ha comentado que tu tarjeta no pasa o no tienes ni un peso en tu cuenta? Si no lo has vivido, seguro has escuchado sobre algún caso parecido.

¿Qué pudo haber pasado? 

 

Quizá te gusta realizar compras en línea pero, ¿te fijaste que el sitio fuera seguro? o ¿tu banco te mandó un correo electrónico para revalidar tus datos personales y llenaste el formato sin pensar ni consultar con alguien de esa institución?

Es probable que hayas proporcionado información de tu cuenta bancaria o número de tarjeta de crédito a través del Phishing, que es una forma de estafa virtual en la cual tus datos fueron recabados para utilizarse de manera fraudulenta.

Es importante mantener la confidencialidad de tus datos y si te piden proporcionarlos, siempre revisa que lo estés haciendo por un medio seguro. Pasa de largo los anzuelos y protege tus cuentas de esta manera:

No aceptes cualquier mensaje

A veces al consultar páginas en internet, salen anuncios a los cuales no les tomas importancia, incluso no los lees, pero como son molestos, quizá das clic en un botón de aceptar sin saber que estás consintiendo la instalación de algún programa que permita robar tus claves.

Revisa la autenticidad de las páginas de internet

Las páginas donde realizas compras son muy llamativas, y la emoción por adquirir algo al instante, puede distraerte de poner atención en la seguridad del sitio consultado. Eso lo saben muy bien quienes pretenden adquirir tus claves de tarjeta o cuentas bancarias.

Siempre asegúrate que la página sea auténtica, ¿cómo? Revisa que empiece con “https://” y un pequeño candado cerrado en la barra del navegador. Incluso algunas páginas te permiten dar clic sobre el icono para visualizar el certificado de seguridad y comprobar su validez. Puedes notar que tratan de timarte cuando aparece la página exactamente igual a como siempre la ves, pero la dirección electrónica no tiene nada que ver.

Siempre observa esos detalles, sé prudente al poner tus datos en un formulario pues no sabes si en realidad “la oferta que estás aprovechando” te robará más que el descuento increíble que encontraste.

En tu correo

 

Es habitual la creación de correos electrónicos falsos que aparentan proceder de una institución financiera y pretenden engañar a los clientes de la misma. En ellos te piden que ingreses tus datos para corroborar que efectivamente eres usuario, para que accedas a algún beneficio o reactives un servicio. Son correos peligrosos porque imitan el aspecto y funcionalidad, ya sea total o parcial de la propia institución financiera, por lo que pocas veces generan duda en el interesado.

¿Transacciones bancarias?

Seamos honestos, queremos evitar a toda costa el trayecto al banco y la desesperante fila de clientes, por lo que buscamos realizar movimientos bancarios a través de nuestra computadora o celular. ¡Ojo! Es una de las formas más sencillas que tienen los criminales cibernéticos para robar tu información. Asegúrate que el sitio web consultado sea el oficial de tu banco.

Por entretenimiento

No utilices enlaces que para acceder a sitios web te pidan información confidencial. En su lugar, te recomendamos escribir en el navegador la dirección correspondiente.

PROTÉGETE

Te recomendamos tener un programa antivirus instalado y actualizado en tu computadora, siempre revisar que la página consultada sea segura y no fiarte por la apariencia del sitio que visitas. Mantén protegidos tus datos y seguro tu dinero.

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